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Análisis de patógenos y deteriorantes

Bacilos patógenos salmonela

La determinación de patógenos se utiliza para identificar microorganismos patógenos en entornos de fabricación, ingredientes o productos acabados que podrían perjudicar al consumidor. Los diferentes tipos de patógenos abarcan cepas bacterianas específicas, virus, hongos o parásitos que pueden provocar enfermedades en el huésped. Durante todo el proceso de producción, desde las materias primas hasta el screening del producto acabado, se analiza continuamente la presencia de patógenos para garantizar la seguridad del consumidor. Estos análisis están sujetos a estrictas normativas de salubridad alimentaria.

Métodos de detección de patógenos

  • Métodos de siembra en placa convencionales con enriquecimiento de cultivos y soluciones de siembra en placas rápidas
  • Métodos con medios listos para usar
  • Tecnología ELISA y de inmunoanálisis
  • Detección molecular y PCR
  • Pruebas de flujo lateral

Microorganismos indicadores

Mientras que el análisis de patógenos se realiza para buscar patógenos específicos, la determinación de microorganismos indicadores pretende verificar la salubridad y la desinfección general. Los indicadores microbianos son microorganismos que no son necesariamente patógenos, pero que indican la posible presencia de patógenos. La detección de microorganismos indicadores significa que el producto ha estado expuesto a condiciones que podrían provocarle un mayor riesgo de contaminación por patógenos. Los patógenos pueden ser difíciles de detectar. Sin embargo, a menudo se utilizan los análisis de microorganismos indicadores como métodos añadidos para evaluar las condiciones higiénicas de un producto o de un entorno de fabricación.

Ensayo de deteriorantes microbiológicos

El análisis de deteriorantes microbiológicos es el proceso de determinación de la presencia de microorganismos que provocan el deterioro de los productos, afectando a su calidad y su inocuidad. Abarcan bacterias grampositivas y gramnegativas, así como levaduras y hongos. Los microorganismos deteriorantes no son patógenos, pero pueden cambiar las propiedades físicas, como la textura, el olor, el sabor y el color, o las propiedades químicas de un producto y hacerlo inadecuado para su consumo. El deterioro puede ocurrir en cualquier etapa a lo largo de la cadena alimentaria y debe formar parte del control de calidad microbiológico. Los requisitos analíticos varían de unas industrias a otras, dependiendo de los diferentes parámetros de deterioro.


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