Los robots y los seres humanos garantizan de forma fiable el llenado y embalado de las botellas con la elevada calidad Supelco® trabajando juntos como un reloj
Los brazos robóticos se mueven por el aire con una exactitud milimétrica. Sus fuertes manos metálicas levantan con precisión botellas de vidrio con diferentes volúmenes de soluciones químicas de gran pureza y las colocan cuidadosamente en cajas. Bien etiquetadas y apiladas de forma segura en palés, millones de botellas viajan cada año a centros de investigación, laboratorios de análisis y clientes industriales.
Una maquinaria única
En MilliporeSigma varias máquinas de llenado y unidades de envasado robotizadas únicas en el mundo llenan y manipulan cada día miles de botellas de Supelco®.
Tanto el equipo directivo de la planta como los más de 100 empleados capacitados están disponibles en el centro de manipulación de líquidos para asegurar que el proceso de llenado y manipulación de la cartera de productos químicos líquidos Supelco® transcurre sin problemas. El centro de manipulación de líquidos es responsable de los disolventes Supelco®, como el acetonitrilo o el metanol, así como bases y especialidades.
La principal preocupación del equipo respecto al envasado es la calidad y la seguridad. La mayoría de los líquidos son tóxicos, corrosivos o inflamables, o todo lo anterior al mismo tiempo. Sin embargo, para poder garantizar que se satisface rápidamente cualquier solicitud específica de los clientes, el equipo también tiene en cuenta la eficiencia y la flexibilidad.
Una estrecha colaboración entre robots y seres humanos para los productos Supelco®
Aunque el manejo diario de las líneas de envasado y embalaje totalmente automatizadas pueda parecer sencillo, esta automatización completa es fruto de años de trabajo en el concepto de desarrollo humano y la aprobación e implementación de procesos. Para evitar accidentes y garantizar que las máquinas se muevan rápidamente, pero con suavidad y precisión, la implantación técnica de la robótica requiere paciencia y conocimientos expertos específicos. La precisión del movimiento de los robots requiere un material de embalaje de dimensiones estables, como piezas de fibra de celulosa moldeada. Garantizan que los productos de alta tecnología Supelco® pueden entregarse de forma segura a cualquier lugar del mundo sin perder un ápice de calidad
La intervención del ser humano sigue siendo necesaria a pesar de la automatización: los ingenieros y los técnicos tienen que revisar los robots con regularidad, hay que limpiar las máquinas y despejar las líneas y unos operarios especializados se ocupan de cambiar el producto y el formato de las botellas, que va del vidrio al plástico y del medio litro a los cinco litros. Los operarios también aseguran el suministro constante de botellas, etiquetas, cajas y documentación. Para rendir al máximo, las máquinas de llenado y los robots necesitan la ayuda del ser humano.
Los robots no pueden resolver por sí mismos los problemas inesperados, como las señales de error o las averías, ni siquiera con una vigilancia y una programación exhaustivas. En estos casos, solo un operario debidamente capacitado puede restaurar un funcionamiento fluido. El control de calidad es la máxima prioridad en las operaciones, por eso, se están desarrollando nuevos planes de muestreo y pruebas centrados en la fiabilidad.
En busca de la perfección y la flexibilidad
A pesar del bajo índice de errores, el equipo directivo de la planta siempre busca la perfección mediante la mejora constante, ya que considera que contentarse con los procedimientos habituales impide avanzar. Día a día, los seres humanos y los robots trabajan juntos para garantizar la máxima calidad, flexibilidad y disponibilidad y cumplir con los elevados estándares de Supelco®.
El envasado de soluciones químicas
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