Excelencia en los detalles: Por qué son importantes los tapones de rosca
Los frascos de productos químicos deben estar perfectamente precintados. En el caso del peróxido de hidrógeno, sin embargo, una presión excesiva puede hacer que esto sea peligroso. Los expertos en embalaje de la gama de productos Supelco® han afrontado este reto desarrollando un tapón de rosca completamente nuevo para las botellas de peróxido de hidrógeno.
El peróxido de hidrógeno es indispensable en los análisis diarios de los laboratorios. Sin embargo, su transporte puede plantear un reto importante. Todos los químicos saben que las temperaturas elevadas y las sacudidas hacen que el peróxido de hidrógeno se descomponga en agua y oxígeno. Esto implica la acumulación de gran presión en las botellas de productos químicos, que puede ser peligrosa al transportarlas y abrirlas. Por esta razón, existen requisitos estrictos para el transporte y la manipulación de sustancias peligrosas como el peróxido de hidrógeno.
“Siempre hemos cumplido con estos requisitos, incluso con nuestros anteriores tapones. Pero eso no nos bastaba”, afirma Ralf Kranz, Head of Regulatory Packaging de la cartera de productos Supelco® de Merck en Darmstadt, Alemania.
No hay problema, siempre y cuando se sigan las directrices de almacenamiento y manipulación adecuadas. No obstante, el cumplimiento puede ser difícil de garantizar a veces, lo que preocupaba a nuestros expertos en embalajes. Los envases de peróxido de hidrógeno deben almacenarse siempre en posición vertical. Por eso se ponen flechas en el embalaje que indican cuál es la parte de arriba. “En la práctica, sin embargo, no hay manera de garantizar que esto se haga siempre bien”, dice Kranz.
Objetivo: el tapón de rosca perfecto con válvula
El objetivo era claro. Queríamos desarrollar un tapón de rosca que impidiera el derrame del líquido aunque la botella se almacenara de forma incorrecta durante un breve período de tiempo. Las válvulas que ya se usan comúnmente para recipientes más grandes de peróxido de hidrógeno sirvieron como modelo.
Este era el tipo de desafío que gusta a Ralf Kranz y su equipo.
Idea simple, obstáculos grandes
Las primeras ideas del equipo fueron sencillas e ingeniosas: hacer simplemente tres pequeños agujeros en la tapa y sellarlos con una membrana. Pero se necesitaron tres años para producir las primeras muestras. “No fue poca cosa hacer que la idea funcionara con los pequeños tapones de rosca”, recuerda Kranz. Pero por fin funcionó.
Figura 1.El nuevo cierre roscado con válvula de sobrepresión y los tres orificios de ventilación de gas visibles en la tapa.
Figura 2.Válvula de sobrepresión desde abajo. La membrana colocada inteligentemente sella los orificios y, cuando hay exceso de presión, deja escapar sólo los gases.
Este resultado llevó a numerosas pruebas prácticas en las que se ajustó repetidamente la presión de respuesta. La válvula no debe responder demasiado pronto, pero debe hacerlo siempre antes de que la presión aumente demasiado. “Hicimos pruebas iniciales en el laboratorio para ver qué sucede cuando la temperatura sube a 60 grados Celsius”, dice Kranz. Las entregas de contenedores marítimos a países con climas cálidos bien pueden alcanzar esas temperaturas.
Figura 3.Botella de HDPE negra con el nuevo tapón de seguridad para peróxido de hidrógeno Fuente: Campaña Safety Inside – Guía de ventas
Una vez que todo parecía perfecto en el laboratorio, quedaba una última prueba difícil, el transporte real en un barco mercante a Asia. Esta prueba también tuvo éxito. Las botellas dejaron escapar el oxígeno generado pero mantuvieron el líquido dentro.
Como resultado, tras muchos años de desarrollo, todas las botellas Supelco® se entregan con los nuevos tapones de rosca, un logro que está en línea con la garantía de calidad que Emanuel Merck ya ofreció para sus productos en 1851. Estamos orgullosos de continuar su legado, con la gama de productos Supelco®.
Por qué son importantes los tapones de rosca
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